He cambiado nuevamente la ubicación de mi taller, ya que en Santiago me resultaba muy caro, y con esta crisis, las ventas no andan muy bien, así que ahora estoy en Touro, y aquí está mi nuevo estudio.
He pasado unos largos días de mudanza, en los que he tenido la mala suerte de coincidir con la tractorada, pero bueno, por lo que se ve la tractorada ha servido de algo, así que doy por buenas las horas que he pasado al ralentí.
Ya me he puesto a trabajar estos días, porque con este "verano" que ha tocado este año, no queda más remedio que trabajar.
Sigo haciendo dibujos de tinta, tengo un proyecto entre manos con eso, que ya desvelaré más adelante, dibujos grandes, de 100x70, que me están devolviendo al placer de dibujar, dibujar de verdad, porque con los comics, en los que utilizo el ordenador, había arrinconado un poco los pinceles, y redescubrirlos ha sido como para un heroinómano volver a caer.
Aquí está una foto de la mesa de operaciones, con esta botella tan bonita en la que llevo agua (aún no tengo grifo en el local), que no tengo ni idea de donde ha salido, como tantas cosas que tengo en el taller.