El Salón del Comic de la crisis ya se ha acabado, y después de estos cuatro días se puede ratificar que, efectivamente, se nota la crisis, y mucho, aunque a los dibujantes de comics la crisis nos da igual porque nunca
hemos conocido otra cosa.
He pasado largas horas metido en un stand, jurando, como todos los años, no volver nunca, pero sabiendo que al final lo haré porque siempre hay pequeñas cosas que hagan que merezca la pena.
He pasado largas horas metido en un stand, jurando, como todos los años, no volver nunca, pero sabiendo que al final lo haré porque siempre hay pequeñas cosas que hagan que merezca la pena.
Este año he tenido suerte con mis compañeros de stand y eso ha sido una de las cosas que me hacen sentir menos escaldao de practicar este oscuro e incierto oficio.
En las fotos, de arriba abajo, vemos a mis compadres del stand de la izquierda, mi amigo Celestino, y su (y ahora mi) colega Jaume , un tío de lo más singular, del que os enlazo una de sus múltiples facetas en la red.
Justo debajo vemos a Celestino, en el fallido proceso de intentar venderle un comic a un hombre, que parece contestarle con el dibujo de la camiseta.
Debajo de esta imagen podemos ver a Abel Portillo, mi compañero de stand de la derecha, (bueno, sólo le vemos el brazo), dibujando a una niña (que se llamaba Irenia), en dos fases. La primera que aparece es cuando le daba el dibujo...podemos ver la cara de alegría de la niña, que era de impaciencia segundos antes, momento que recoge la foto de abajo.
Debajo de esta imagen podemos ver a Abel Portillo, mi compañero de stand de la derecha, (bueno, sólo le vemos el brazo), dibujando a una niña (que se llamaba Irenia), en dos fases. La primera que aparece es cuando le daba el dibujo...podemos ver la cara de alegría de la niña, que era de impaciencia segundos antes, momento que recoge la foto de abajo.
La siguiente muestra al público lo que siempre quiso saber...¿qué hay bajo el mostrador de un stand en el salón del comic?..¿comics?...¿dinero?...¿mierda?...efectivamente, la respuesta correcta es la número 3.
Más abajo podemos ver a Celestino saludando a la cámara y a mí sujentándola, matando uno de los millones de momentos de aburrimiento.
Más abajo aún dos momentos más de Abel en acción y de la niña en ascuas.
Un poco más abajo observamos a un servidor junto a El Listo, Xavier Águeda, que se ha quedado con todo el mundo en el salón del comic, pese a que lo suyo no es un comic, sino un divertidísimo libro intitulado El Gran Libro de La Cinefilia.
Vemos un poco más abajo a Jaume´s Club ejerciendo de diyei, cosa que desde aquí le agradezco porque hizo mucho más llevadero el trance.
Y más abajo algunas fotos de mi stand, Miriam leyendo Mensajes, (muy sabia decisión) y Celestino haciendo flexiones montando el stand.
Y bueno, aunque he venido algo desanimado (no mucho más que otros años, aunque después se me pasa), esa sensación se ha volatilizado al leer la crítica que he leído en el blog de Celestino sobre mi trabajo. Me ha dejado sin palabras y con el ánimo esta vez por las nubes...sólo porque haya alguien que aprecie tus cosas así ya merece la pena hacerlo, sin duda...(yo también te quiero, Celestino).
He podido volver a casa a pesar de los volcanes, he ido a trabajar como un campeón a pesar de no haber dormido, he comido caliente, ...y ahora ya estoy recuperado y preparado para seguir dibujando.
4 comentarios:
Pues vaya, cuando me comentaste lo del Saló no me diera cuenta, pero estuvimos al lado... Dos stands a la izquierda estábamos nosotros, partiendo de tu posición... Al lado de Adobo estábamos...
¡Pardiez, qué pequeño es el mundo! (aunque Barcelona no)
Si, es que de hecho me sonaba mucho vuestro último número y debe ser porque lo anduve ojeando..
Me hubiera gustado dar más vueltas por ahí, pero este año estuve yo sólo en el stand y apenas me moví del sitio
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