viernes, 23 de enero de 2009

DIBUJANDO COCHES
















Después de bastante tiempo de mudanzas de estudio y casa, ya empiezo a tener más tiempo para pintar, aunque en el estudio no siempre es posible porque estos días era una nevera.
Y allí, o aquí, en casa, estoy, últimamente, dejándome llevar por mis instintos, dibujando y pintando coches.
Que los hombres dibujen coches debe ser algo genético...mis alumnos, ya con trece años, lo hacen, en cuanto tienen la oportunidad. Coches y mujeres forman parte de la particular y simple iconografía masculina...lo de las mujeres lo entiendo, pero los coches...¿porqué los coches ejercen esa fascinación en nosotros a la par que indiferencia en ellas?...Hace unos días, yendo por la autovía, nos adelantó un Masserati..yo, admirado, le dije a mi novia: "mira qué coche!", y ella me contestó: "¿qué tiene de particular?"...y me pregunté, y me pregunto ahora: ¿cómo es posible que a la mayoría de las mujeres, que suelen ser muy sensibles a la belleza de las cosas, les pase completamente desapercibida toda la belleza y la magia que encierran los coches?.
Hace una semana tuve ocasión de ver Death Proof, de Tarantino, que compré de oferta en el Corte Inglés por sólo seis euros.
Y hace unos cuantos días ví Madmax, en la que la anterior se ha "inspirado" bastante.
Eso, unido a que ahora ya tengo una tele que se ve bien por primera vez en mi vida, hicieron renacer en mí la necesidad de volver a pintar y a dibujar coches, carreteras.

Por otro lado es algo que siempre he hecho...adjunto aquí viñetas, a doble página, de LHDM3, de las historias AUTOSTOP y CRASH TEST.
También me viene a la cabeza la historia LA HORMIGONERA, de LHDM 1...
Supongo que una carretera puede ser (lo es de manera evidente, pero muchas veces inconsciente), una metáfora muy recurrente, más para un narrador, sobre la aventura, la búsqueda, el viaje...la vida misma. Y dentro de esa metáfora, el coche somos nosotros mismos, la extensión de nuestra persona.



Ayer dibujé esto que encabeza la entrada, en casa, sobre un papel de 140x100 cmts.
Es un 1500, lo más parecido en estas latitudes a esos cochazos que sólo hemos conocido en las películas (como tantísimas otras cosas).
Está dibujado a trazos muy largos con un rotulador de tinta roja, de punta muy gorda...
Y ya está colgado en la pared de esta habitación donde escribo esto...






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